El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias ha decidido distinguirme como colegiado de honor por, –según pronunció la decana del Colegio en su discurso-, “mi contribución a la defensa y promoción de la agricultura y la profesión del ingeniero agrónomo en el ámbito de la distribución alimentaria”. Como en el acto de entrega no tuve la posibilidad de agradecer el premio, me gustaría hacerlo desde esta humilde tribuna, dejando así constancia del gran número de personas que se me vinieron a la cabeza el día que recibí la carta en la que la decana del Colegio me trasladaba esta gran noticia.
En primer lugar, quiero agradecer este premio a los miembros del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias por haber pensado en mí, y en especial, a la decana, Mari Cruz Díaz, que además de ser una gran profesora, ha sido una gran consejera para muchos de los que tuvimos la suerte de seguir compartido ratos con ella una vez licenciados. En segundo lugar, quiero dar las gracias a mi familia y amigos, en especial a mis padres y a mi mujer. Su apoyo, paciencia y comprensión constantes han supuesto, qué duda cabe, un acicate para trabajar duro y esforzarme cada día por hacer mejor mi trabajo y, sobre todo, disfrutar con ello.
Por último, quiero dar las gracias a todas las personas con las que he compartido trabajo en estos ya más de 11 años. De todos he aprendido, y de todos guardo un gran recuerdo. En especial quiero agradecer a mis compañeros de COAG, mi casa y mi escuela durante 8 apasionantes años, y a mis actuales compañeros en ASEDAS que, hace ya casi 3 años, me acogieron con los brazos abiertos y me enseñaron todo lo que hoy sé sobre la distribución alimentaria.
Entiendo este premio como una señal de que las cosas están cambiando. Quiero ver en este reconocimiento la idea de que el sector agroalimentario empieza a trabajar unido, con amplitud de miras, incorporando talento de múltiples profesiones y perfiles con visión de conjunto, venciendo miedos, mantras y tensiones que deben formar ya parte del pasado, colaborando y cooperando a lo largo de toda la cadena de valor para servir al consumidor y garantizar la sostenibilidad (en todas sus vertientes) de todos aquellos que trabajan en ella. Pero, sobre todo, demostrando a la sociedad que este sector, tan importante hoy en día para nuestra economía, tiene capacidad para liderar el desarrollo de nuestro país, sacarnos definitivamente de la crisis y contribuir de forma mucho más determinante a mejorar nuestra calidad de vida.
Kantar WorldPanel ha presentado recientemente su estudio sobre balance y perspectivas del sector del gran consumo para 2015 bajo el esperanzador título “Nuevo Ciclo”. Su Director de conocimiento del consumidor, César Valencoso ha expuesto los resultados de dicho estudio en el que destacan las principales conclusiones:
1. 2014 ha sido uno de los peores años para el gran consumo. El gasto medio por hogar según este estudio ha sido de 4160 €, 100 € menos que en 2013. El volumen neto descendió un 1,1% y el valor lo hizo un 2,9% respecto al año anterior.
2. El paulatino descenso de la población en España, la leve recuperación de la economía y el incremento de la confianza del consumidor son algunas variables del entorno que más influyen sobre el gran consumo dentro del hogar.
3. 2015 será mejor, aunque la evolución en el producto envasado será mejor que en productos frescos. Por su parte, la rama de alimentación, no crecerá tanto como las de droguería o moda.
4. En alimentación, las empresas de distribución moderna seguirán ganando cuota. En frescos, las empresas dedicadas al comercio minorista tradicional seguirán siendo las elegidas por la mayor parte de los consumidores.
5. El consumidor relajará su disciplina comprando y volverá a llenar el carro. El porcentaje de compras realizado mediante cestas grandes se ha incrementado un 1,6% con respecto a 2012 y el porcentaje de consumidores que afirma que le gusta tener la despensa llena se incrementa levemente tras 7 años de caída.
6. El consumidor sigue valorando la variedad en el surtido, que vuelve a ser el 2º motivo de elección para elegir el lugar de compra habitual.
7. La MDD se toma un respiro en 2014 y no crece como en años anteriores. En alimentación, la cuota sólo ha crecido un 0,1%. Sin embargo, en 2015, continuará creciendo.
8. Tendencias 2015: Habrá menos bocas que alimentar, la lucha por el espacio en el carro será mayor, consumiremos más fuera de casa, vuelve el crecimiento de la MDD, se incrementa el motivo de elección por surtido, habrá mayor propensión a probar nuevos productos, vuelve la atención a la salud y la cocina y el consumidor relajará su disciplina presupuestaria al comprar.
De todo ello se deduce que 2015 se presenta como un año ilusionante para las empresas de supermercados, aunque no exento de dificultades y nuevos retos. Ya veremos.
Hoy he asistido a un desayuno informativo organizado por el Diario El Economista que tenía como invitada principal a la Ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina. En su intervención ha realizado un somero repaso a la situación de la economía española y a la del sector agroalimentario en general. Me ha llamado especialmente la atención que al lanzar las cifras de empleo y aportación del PIB del sector agroalimentario, que de forma brillante elabora el equipo de Nacho Atance en el MAPAMA desde hace años, ha incluido a la distribución alimentaria en el conjunto y hablado de una aportación de más del 10% del PIB y de 2,5 millones de empleos.
Por el contrario, cuando ha desgranado las diferentes políticas que desde su cartera están desarrollando, ha hablado en todo momento de trabajar para mejorar la rentabilidad y la competitividad de agricultores, ganaderos, pescadores, cooperativas e industria alimentaria, con la ya recurrente y parcial alusión al problema que general el desequilibrio de la cadena agroalimentaria debido a la excesiva concentración en algunos eslabones.
Pudiera pensarse que dicha intervención responde a un tema estrictamente competencial -comercio es hoy competencia del Ministerio de Economía y competitividad (MINECO)- pero, como suele ser frecuente en este tipo de intervenciones, se utilizan las cifras de exportaciones del sector para destacar el buen hacer del gobierno y el sector -que no discuto- sin que importe aparentemente que comercio exterior también es competencia del MINECO. ¿Dónde queda entonces el comercio interior?
En la propia intervención, la Ministra ha dado el dato de que el 18,4% de los productos agroalimentarios que se producen en España se destinan a la exportación. ¿Acaso el 81,6% restante no es importante? La distribución alimentaria en España emplea hoy en día alrededor de 900.000 personas y su aportación al PIB ronda el 2,5% según sus propios datos, y lo que es más importante, garantiza que todos los españoles dispongamos a pocos metros de nuestras casas de todos esos alimentos que produce el sector primario y transforma el cooperativo e industrial, haciendo posible el desarrollo de su principal actividad económica y generando riqueza en las diferentes zonas de producción y, por ende, en el medio rural. Esta realidad merece que, de una vez por todas, venzamos superemos determinados mantas y reconozcamos el esfuerzo y los logros de todos los operadores de la cadena en su justa medida, dando ese importante paso hacia la visión de cadena que aún queda pendiente. Sin Agricultura, nada. Pero sin distribucion, tampoco.